lunes, 26 de mayo de 2014

Calidad y Acción Ciudadana

-Transporte Público-


En esta ocasión queremos compartir la experiencia de los jóvenes de TEC-PRO, como dieron en llamar a su emprendimiento. Jacinto, Nicolás y Agustín son jóvenes de la ciudad que no se conformaron con los límites impuestos del "no es posible" y nos demostraron con su esfuerzo voluntario que es posible mejorar las cosas.
La ciudad de Río Cuarto gracias a ellos hoy cuenta con una aplicación para teléfonos celulares que informa el horario de los colectivos, los recorridos y cuál es la línea más cercana.
Esta iniciativa desde su óptica no es algo moderno y de vanguardia como nos resulta a quienes fuimos los primeros en descargar la aplicación al teléfono y explorarla. En muchas ciudades del mundo ya se viene desarrollando para hacerle la vida mas fácil a las personas.
Este no es un proyecto empresario que busca resguardar su ganancia sino una iniciativa tomando código abierto de internet y desarrollándolo para la ciudad. Es parte de un esquema solidario global donde se experimenta que la sinergia de compartir nos beneficia más a todos.
En un breve encuentro con estos vecinos nos dibujan el impulso que tienen en su carrera académica y la curiosidad por ir mas allá de las curriculas de estudio involucrando lo digital con lo social desarrollándolo como algo útil para la gente.
¿Cómo surgió el proyecto? ¿Es parte de la universidad?
Es algo extra curricular que surge de nuestro deseo de aplicar los conocimientos haciendo cosas útiles. Todo surgió en un seminario virtual con la Politécnica de Valencia donde aprendimos a programar este tipo de lenguaje y a usar las plataformas para que las aplicaciones estén disponibles para todos.

¿Este proyecto les llevó mucho tiempo?
No es un proyecto de años como construir una obra, tenemos una forma de trabajo donde nos sentamos a programar y no nos levantamos hasta que está listo. La primera versión nos llevo una semana entera y las mejoras nos llevo otra.
-O sea que no solo es posible si no rápido. ¿Cómo les fue para conseguir los datos?
Bien, con eso tuvimos más complicaciones porque la web de la empresa esta desactualizada y en la cede nos dijeron que los únicos datos disponibles son los de la web. Tuvimos muchos reclamos por esto, pero es algo que no lo podemos manejar.
Creemos que la aplicación se podría mejorar con muchas cosas, por ejemplo las paradas, pero como no las tienen disponibles vamos a pedir que cada uno que use la aplicación nos informe la parada. Sucede que es mucho tiempo y nos resta al estudio, pero quisiéramos que sea una iniciativa que le sirva a los vecinos y perdure.
¿La empresa los convoco para conocer la iniciativa?
No es nuestro interés vender un producto. Nuestra iniciativa fue más vale técnico y social, desarrollar una solución que le sea útil al vecino. La empresa no tuvo esa inquietud, al menos no nos convoco ni tampoco nos facilito la información.
¿Pese que esto la beneficia sin ningún costo? ¿Quizás sea un problema cultural?
Seguramente, lo que hicimos no es nada novedoso ya se aplica en muchas ciudades del mundo y de la Argentina. Hay empresas que ganan dinero con esto, en principio ese no era nuestro fin.
¿Los funcionarios los ha invitado para hablar del tema?
No, nosotros no trabajamos formalmente porque estamos estudiando, pero muchas empresas empiezan a preguntarnos y hubo un gran interés de los medios, en estos días hemos realizado muchas entrevistas. Sin embargo el costo de tiempo es alto y tenemos que dedicárselo al estudio.
¿Cómo se ven en el futuro?
Queremos terminar la carrera y seguir haciendo desarrollos para resolver problemas y aportar soluciones a las empresas locales. Nuestra carrera es global y es una forma de del llevar lo local a lo global.



 Pueden leer otra nota a los desabolladores de la aplicación en Diario Puntal

viernes, 16 de mayo de 2014

Transporte de Propuestas

-Transporte Público-

Siempre se encara la discusión del transporte desde banderías políticas entre buenos y malos, los que suben el costo del pasaje y los que no quieren dicha suba.
Para cambiar el ángulo, sin renunciar a todo el camino colectivo que se ha hecho, no hay que hablar de retorica sino de hechos proactivos que el vecino pueda sentir en su vida cotidiana así como siente el costo del transporte público en su bolsillo.
El desafío es avanzar hacia un esquema de calidad con control ciudadano. En nuestro artículo anterior esto los planteamos como una práctica de Responsabilidad Social Empresaria  (RSE) de la empresa para con los usuarios. Generar mecanismos de calidad total, oír la insatisfacción del usuario y estar en una permanente evolución.
Hay cambios que son costosos como el de un colectivo pero hay otros cambios que mejoran el confort por menores costos.
En Río De Janeiro las unidades tienen equipos de aire. En Capital Federal se incorporó la tarjeta electrónica "Sube" lo cual es más seguro para el chófer que debe manejar y no ser cajero de un  boliche rodante, en Córdoba capital, se hicieron consultas ciudadanas por los recorridos.
Otros grandes desafíos que tiene que afrontar el estado como autoridad de control, el tercer sector desde el control ciudadano y la empresa privada por su RSE es la calidad en la transmisión de recorridos, el control de los horarios, la calidad y prudencia en la conducción y el hacinamiento de pasajeros.
Debe exigirse y participar para que la empresa desarrolle mecanismos de contactos con el público, que se transparente la información y que sea de libre acceso. Así como en las sociedades por acciones deben generar confianza en sus inversores, esta empresa a la que se le otorga el monopolio debe generar confianza en sus usuarios.

Otro de los puntos es el avance hacia un método de cobro electrónico, que si se resiste es por la falta de transparencia, pero que el objeto no es solo la transparencia, sino la seguridad vial y los problemas para dar vuelto.
Siguiendo con esto se debe aplicar la ley de redondeo a favor del consumidor ya que con los últimos aumentos los chóferes tienden a cobrar de más por falta de cambio.
Debe continuarse con la integración de las personas con capacidades diferentes. Hoy el municipio tiene una verdadera flota de transportes porque estas personas no pueden acceder al transporte público.
Los recorridos no son patrimonio histórico de la ciudad y pueden modificarse con participación ciudadana, si la empresa abre buzones de sugerencias en las vecinales.
Finalmente la invitación ciudadana, nada de esto puede modificarse sin la participación del usuario y del potencial usuario. Quedan abiertos los comentarios de este blog como buzón de sugerencias para que pasemos de "Pensar Río4" a propuestas concretas y superadoras que surjan de las necedades genuinas.

Los desafío, a ejercer su ciudadanía y su creatividad…

miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Derecho o Mercancía?

-Transporte Público-


Hablamos anteriormente de los derechos del consumidor y en particular del derecho a la información. Pero en el caso del transporte urbano debemos comenzar a darnos una discusión de que implicancias tiene  garantizar la renta privada de una sociedad anónima.

Ante todo creemos que la forma más eficiente de prestar servicios públicos es por medio de organizaciones de la economía social que no tengan por objeto maximizar la renta, sino la prestación del servicio y la excelencia de este.

Sin embargo podemos ir más profundo, más allá de la provisión la cual podemos abordar en otro blog, y preguntarnos por la posibilidad de que el transporte urbano sea un derecho.

La constitución ya establece el libre tránsito y el consumo de autos, motos y bicicletas ya posibilita el transporte privado. Pero ¿Podría ser eficiente que la sociedad de Río Cuarto decida el libre acceso al ómnibus?
La conectividad y la posibilidad de recorrer la ciudad nos brindaría una externalidad positiva, el flujo natural de la gente posibilitaría un sin fin de negocios e interacciones humanas que más allá de lo económico, tenderían a mejorar el tejido social y a vincular a las personas.

Bastan dos ejemplos de esto para ver el efecto: uno es el colectivo gratis los días de la muestra de la Sociedad Rural que le da un dinamismo impresionante al sur de la ciudad y en particular a una muestra situada en un lugar con problemas de acceso.

El otro ejemplo son los colectivos de ida a Reducción el primero de mayo, para los peregrinos que no pueden caminar más. En este caso también se ve el fomento de la actividad religiosa y todo un tramado en trono de esta, facilitado por medio de la conectividad.

Pero ¿Sobre quién cae el precio del boleto? Sobre el conjunto de los ciudadanos. En este caso podemos decir que un boleto universal que redunda en una mejora de toda la ciudad cae sobre el contribuyente.

A su vez el contribuyente es adverso a pagar el costo directo del servicio de transporte y cualquier otro servicio. Con lo cual una medida de este tipo sería bien vista si el impuesto es indirecto.
Sostenemos por el principio de corresponsabilidad fiscal que nunca habría que dejar de cobrar un boleto mínimo y la ecuación a construir sería lograr un pasaje lo suficientemente barato que incentive la movilidad, al mismo tiempo que una compensación de ese boleto por el subsidio a partir de los impuestos.

Finalmente este modelo cargaría las tintas sobre la contribución de comercio e industria. No pensado un aumento de la tasa ya que es elevada y contribuye a la torta de ingresos más que el impuesto inmobiliario, sino mejorando su administración.
¿Por qué cargar las tintas en ese tributo? Porque el comerciante obtiene una suerte de doble beneficio, una disminución en el costo de vida de sus trabajadores y un aumento en la renta disponible de los mismos que será volcada al consumo.


A su vez en una cuantía es trasladable a los precios lo que hace que el valor del transporte vuelva al usuario pero de forma mas equitativa ya que integramos un segmento que no tenía iniciativa de precio para desplazarse y lo cargamos en uno de mayor poder adquisitivo, lo que nos da una suerte se solidaridad o distribución de la renta.