*El tono de esta nota puede ser peyorativo de la
persona de los funcionarios y no describir el inmenso esfuerzo que junto al
personal de planta hicieron para salir del momento de crisis. Van las disculpas
anticipadas y la aclaración que el objeto es pensar el rol de un estado
presente. Tómese lo demás como un giro estético.
Con la sed en la calle y las luces
apagadas estuvo Rio Cuarto
luego de un temporal con vientos huracanados que llegaron a ráfagas de 140Km
por hora y volaron techos, viviendas precarias, carteles y una inmensa cantidad
arboles.
Tal
fue el temporal que se suspendió la actividad comercial, el transporte, los servicios
y como novedad, parece haberse suspendido el estado.
Si
bien se condujo las primeras horas de la crisis - merito del comité de crisis
del intendente Juan Jure y el gabinete del sur del gobernador De la Sota- al
día siguiente se comenzó e vislumbrar una dirigencia política con la sed en la calle y las luces
apagadas.
Un estado ineficiente que padece de
falta de planificación y resolución de
los problemas estructurales que demanda el funcionamiento urbano. Un municipio
que entierra la basura, un día hace fotos con cartoneros reciclando y al otro día
quiere incinerar los residuos, un día estatiza el servicio y al otro lo privatiza,
arroja miles de litro de efluentes cloacales sin procesar al rio donde toma
agua un pueblo 50Km mas adelante. Un estado que cada verano se corta la luz por
falta de inversión.
Así
se vio al presidente de la empresa de energía haciéndose el ofendido en los
canales de televisión porque lo interrumpían para avisarle que los vecinos
cortaban las calles por falta de luz cuando él decía que todo estaba arreglado.
También
se vio las falencias del sistema de agua-petróleo, que abástese la ciudad extrayendo
agua de pozos con energía eléctrica, que se produce con combustible a un costo
ambiental altísimo. Nunca visto que una tormenta con viento inhabilite
cañerías, una ciudad que sin luz se queda sin agua por falta de previsión.
Mientras
tanto el más alto funcionario del ente de agua repartiendo a los vecinos
botellas y descargando camiones en las cámaras de televisión. Por el otro lado,
gracias a Dios que el presidente de la empresa de energía es de la ciudad y la
tormenta lo agarro comiendo el asadito del domingo porque el martes ya no
estaba ¿Cómo lo van a molestar con problemas puntuales? le reclamaba a la
periodista que lo entrevistaba por los corte de calles de vecinos enfurecidos
por falta de energía y agua (la sed en la calle)
¿Y
el sistema de salud? Acataron el asueto administrativo, al igual que el
hospital, en vez de abrir los dispensarios y convertir el plantel médico en
agentes sanitarios, en prevenir y promover acciones por la ausencia de agua, por
la humedad, las enfermedades del agua contaminada, los productos sin cadena de
frio, por la basura y la mugre
Finalmente
toda la maquinaria vial y el personal salieron a trabajar sin un plan, sin la
definición de puntos críticos, sin la articulación con la empresa de energía,
cuestión prioritaria a restablecer.
Una
política ambiental y sanitaria no se resuelve con marketing, ni se enfrenta
después de una crisis. Es parte de un proceso de escuchar los vecinos en la
calle y llevarles luz a los dirigentes políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario