Nuestras
sociedades siempre incuban cosas malas muchas veces latentes o invisibilizadas
por lo diario. En esta semana hubo un brote xenófobo en el barrio Las Delicias
y esto cristaliza y pone en evidencia un sistema de creencias enemigo de la
sociedad abierta.
Hoy
más que nunca quienes practicamos la palabra en el foro público, con más o
menos relevancia debemos levantar la voz
o más bien un criterio moral para hacer frente a esta compleja
problemática de la ciudad.
Mi
padre dice que cuando se atenta contra la vida debiéramos detener la sociedad
para reflexionar. Es necesario un paro, pero no por las condiciones
económicas, es necesario detenernos a pensar que nos está pasando como sociedad
antes que tengamos que contar la historia de Villa Lugano o el Parque
Independencia en Buenos Aires.
Nuestra
ciudad que crece encierra esos mismos detonantes y es responsabilidad de cada
párroco trabajarlo con sus fieles, de cada pastor en con su asamblea, de cada
docente con sus alumnos, de cada político con la gente.
Hoy
más que nunca no podemos hacer la vista gorda y pretender que es el problema de
otro, de otra institución o de otro responsable político.
Ingmar
Bergman filmó "El huevo de la serpiente" para comprender que sociedad
incubaba al nazismo, nosotros practicamos la memoria para conocer qué sociedad
incubó la desaparición de 30.000 personas.
Creo que los saqueos por el conflicto policial, los piquetes por la
tormenta del 8 de diciembre y la persecución étnica en el barrio Las Delicia
nos tienen que interpelar como sociedad.
Este
es el pequeño aporte desde Pensar Río4, esperemos que se levanten más voces,
para que volvamos a poner un criterio ético a nuestra sociedad.
BUENISIMO
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