jueves, 12 de diciembre de 2013

Con la sed en la calle y las luces apagadas*


*El tono de esta nota puede ser peyorativo de la persona de los funcionarios y no describir el inmenso esfuerzo que junto al personal de planta hicieron para salir del momento de crisis. Van las disculpas anticipadas y la aclaración que el objeto es pensar el rol de un estado presente. Tómese lo demás como un giro estético.
 

Con la sed en la calle y las luces apagadas estuvo Rio Cuarto luego de un temporal con vientos huracanados que llegaron a ráfagas de 140Km por hora y volaron techos, viviendas precarias, carteles y una inmensa cantidad arboles.

Tal fue el temporal que se suspendió la actividad comercial, el transporte, los servicios y como novedad, parece haberse suspendido el estado.

Si bien se condujo las primeras horas de la crisis - merito del comité de crisis del intendente Juan Jure y el gabinete del sur del gobernador De la Sota- al día siguiente se comenzó e vislumbrar una dirigencia política con la sed en la calle y las luces apagadas.

Un estado ineficiente que padece de falta de planificación y resolución de los problemas estructurales que demanda el funcionamiento urbano. Un municipio que entierra la basura, un día hace fotos con cartoneros reciclando y al otro día quiere incinerar los residuos, un día estatiza el servicio y al otro lo privatiza, arroja miles de litro de efluentes cloacales sin procesar al rio donde toma agua un pueblo 50Km mas adelante. Un estado que cada verano se corta la luz por falta de inversión.

Así se vio al presidente de la empresa de energía haciéndose el ofendido en los canales de televisión porque lo interrumpían para avisarle que los vecinos cortaban las calles por falta de luz cuando él decía que todo estaba arreglado.

También se vio las falencias del sistema de agua-petróleo, que abástese la ciudad extrayendo agua de pozos con energía eléctrica, que se produce con combustible a un costo ambiental altísimo. Nunca visto que una tormenta con viento inhabilite cañerías, una ciudad que sin luz se queda sin agua por falta de previsión.

Mientras tanto el más alto funcionario del ente de agua repartiendo a los vecinos botellas y descargando camiones en las cámaras de televisión. Por el otro lado, gracias a Dios que el presidente de la empresa de energía es de la ciudad y la tormenta lo agarro comiendo el asadito del domingo porque el martes ya no estaba ¿Cómo lo van a molestar con problemas puntuales? le reclamaba a la periodista que lo entrevistaba por los corte de calles de vecinos enfurecidos por falta de energía y agua (la sed en la calle)

¿Y el sistema de salud? Acataron el asueto administrativo, al igual que el hospital, en vez de abrir los dispensarios y convertir el plantel médico en agentes sanitarios, en prevenir y promover acciones por la ausencia de agua, por la humedad, las enfermedades del agua contaminada, los productos sin cadena de frio, por la basura y la mugre

Finalmente toda la maquinaria vial y el personal salieron a trabajar sin un plan, sin la definición de puntos críticos, sin la articulación con la empresa de energía, cuestión prioritaria a restablecer.

Una política ambiental y sanitaria no se resuelve con marketing, ni se enfrenta después de una crisis. Es parte de un proceso de escuchar los vecinos en la calle y llevarles luz a los dirigentes políticos.
 
 

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